Lineas Deportivas

DUNEDIN,  Florida (Del Toronto Sun).     Alex Anthopoulos sabe mejor que nadie del riesgo. El le ha dado las llaves para el salto a un jugador cuyos números, a los ojos de muchos, no corresponden a una inversión de $65 millones.
El gerente general de los Azulejos sabe que va a recibir algo de fuego por garantizarle a José Bautista una seguridad de por vida cuando otros podrían haber esperado hasta que hubiese una pieza de evidencia más grande para justificarla.
Anthopoulos sabe todo esto y que dormirá como un bebé cada noche por los próximos cinco años porque sabe que lo hizo por las razones correctas.
Con una campaña de bomba debajo de su cinturón y una campaña pendiente antes de llegar al mercado de la libre agencia, él fue premiado con un contrato de cinco años, $65 millones (un millón de penalidad) que podría convertirse en un pacto de seis años, $78 millones a través de una opción del equipo. Si llega a ese punto, entonces los críticos de Anthopoulos habrán sido silenciados porque Bautista habrá obviamente producido valor de mercado por cada centavo.
“La cosa fácil para mí es no hacer nada”, dijo Anthopoulos acerca del pacto que fue acordado en la hora 11ma con un arbitraje pendiente.
“La actitud conservadora es dejar a Bautista jugar. Si tiene otra gran temporada, quizás él se coloque en un precio fuera de lo que tiene sentido. Si él no tiene una buena campaña, bien entonces habría sido un buen movimiento no firmarlo”.
“Pero eso no es lo que creemos. Nosotros plenamente creemos en José Bautista como una persona más que cualquier otra cosa. La habilidad habla por si sola. Hemos analizado el caso de arriba abajo y mientras más estoy en el juego –y no ha sido por tanto- pero mientras más trabajo y estoy alrededor de los jugadores, usted apuesta más a los jugadores que otra cosa”.
“Si no podemos apostar a él, no podemos apostar en nadie. A eso fue que se redujo todo”.
Desde luego, Bautista será analizado como una especie de rata de laboratorio. Su contrato ha probado ser bien polarizante en la comunidad del béisbol por su situación única.
Después de años de jugar a medio tiempo y con sólo esporádico éxito, Bautista se encontró a su mismo y su juego en Toronto los pasados 18 meses. Quizás todo estaba ahí pero nadie se lo podía sacar. Sin embargo sucedió, y él bateó 54 jonrones y remolcó 124 carreras en 2010, un evento que cambió su vida.
¿Es el la maravilla de un golpe? ¿O uno que se desarrolló tarde con habilidad repetible?
La carrera de Bautista
Después de años de jugar a medio tiempo y con sólo esporádico éxito, Bautista se encontró a si mismo y su juego en Toronto los pasados 18 meses. Quizás todo estaba ahí pero nadie se lo podía sacar. Sin embargo sucedió, y él bateó 54 jonrones y remolcó 124 carreras en 2010.