Lineas Deportivas

"Trato de competir y hacer lo mejor posible, para luego ver los resultados al final del año", dijo Bautista. "Hasta ahora me va bien. Estoy disfrutándolo un poco pero no me voy a perder en eso (los números)."
Cuando Bautista subió a Grandes Ligas por primera vez en el 2004, no llamó mucho la atención. Durante aquella temporada, estuvo con cinco organizaciones diferentes, un récord. 
Todas las organizaciones antes mencionadas se preguntarán qué pudo haber sido con Bautista. Pero Toronto por poco sufre algo similar en el 2009. El toletero estaba elegible para el arbitraje al final de aquella temporada y candidato a ser dejado libre.
Pero Bautista se ganó otra oportunidad al conectar 12 jonrones en el último mes de la campaña. Fue una muestra de lo que se vería del quisqueyano en el futuro. Y fue un potencial que vieron en la gerencia de los Azulejos.
"Si me hubieras preguntado en agosto del 2009, hubiera sido muy probable que no estuviera en este equipo en el 2010", dijo el gerente general de Toronto, Alex Anthopoulos. "De verdad nos mostró algo en ese último mes cuando despegó."
Bautista hizo eso y mucho más en el siguiente año y medio. Encabeza las Grandes Ligas con 81 cuadrangulares desde el inicio del 2010, muy por encima del que ocupa el segundo lugar, Paul Konerko de los Medias Blancas.
Los mejores resultados fueron el resultado de mucho trabajo extra. Bautista renovó por completo su swing con la ayuda del coach de bateo de los Azulejos, Dwayne Murphy, y del entonces manager del equipo, Cito Gaston.

Cambió la posición de las manos e incorporó un movimiento con la pierna que mejoró su reacción en el plato y aumentó su habilidad de conectarle a la pelota con poder.  Esta atención a los detalles han influido a sus colegas, algo importante en un roster joven en Toronto.
 "Eso es lo que lo separa de los otros buenos ligamayoristas", continuó el joven. "Es bueno ver eso y estoy tratando de hacerlo también. (Quiero) tener esa atención al detalle y buscar la perfección."
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